La pasión del alpinista

Se diría que por aquellos días el escritor latinoamericano Gabriel García Márquez se había convertido en una estatua de oro. A su paso, la gente le detenía para tocarle, para pasarle la mano por el lomo. Gabriel tenía el don de la clarividencia y la inmediatez, dos cualidades que le nacieron como periodista. Así que en una cena, rodeado de gente que ansiaba escucharle la frase del siglo improvisada a bote pronto (a veces ocurre así: la gente demanda la genialidad abierta las 24 horas y sin derecho a cerrar por vacaciones…), el viejo escritor tuvo su desahogo y se confesó.  No, el éxito no se lo deseo a nadie, dijo.  Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? bajar, y tratar de hacerlo discretamente, con la mayor dignidad posible.

La expedición en la que participa Docor Comunicación acaba de hollar cumbre con un más difícil todavía: cruzar un barranco profundo. La garganta se abrió al paso de la organización de dos ruedas de prensa paralelas en tierras vascas en sendos encuentros científicos de máximo nivel: el XXIII Curso de actualización en Psiquiatría y el del I Encuentro Bilbaopraxis Cáncer. La salud mental y el cáncer, uno de los demonios más temidos de nuestro tiempo. Ambas historias ascendieron paralelas, sin entrecruzarse ni interferirse pese a que las dos cordadas eligieron las mismas fechas para la ascensión. Docor Comunicación aportó su grano de arena en ese logro: la experiencia y el conocimiento.

Sigue leyendo