Los lenguajes de la nueva Ilustración

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Hay hoy un lenguaje que va más allá de las palabras, y que, contra las corrientes de opinión de varias generaciones que han sido testigo de ese revolución, no es peor que el de ayer. Es más práctico. Como el mundo en que vivimos. El secreto está en descodificarlo. No en vano, el destino del mundo depende, en primer lugar, de los estadistas, pero en segundo lugar, de los intérpretes, de todos aquellos hombres y mujeres que conocen las reglas de los nuevos tiempos. Hubo un tiempo en que la idea había de encajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pudiera quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea. Hoy ya no. Hoy nos entendemos de otra manera pese a que Umberto Eco, antes de irse, nos lanzase su particular advertencia: el gran peligro de la globalización es que nos empuja a una megalengua común.

Tratándose la comunicación una edificación que acostumbra a levantarse con los ladrillos de la palabra, se diría que a su alrededor acampan numerosos e inquietantes peligros; como antaño sitiaban castillos y fortalezas las hordas de los bárbaros o como hoy, en pleno siglo XXI, un sector de la sociedad desencantada sale a plantarse a ras de suelo para poner el grito en el cielo. Hay peligro, no ha de negarse. Pero sobre todo por la precariedad del negocio y porque hay gente que sufre con estos nuevos lenguajes. Como si tuviese que aprender chino a los cincuenta años. Una tortura. Sigue leyendo

Interrogantes 2.0

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El 17 de noviembre, 1 y 15 de diciembre la Fundación Manuel Alcántara, con el patrocinio del Ayuntamiento de Málaga y la colaboración de la Universidad de Málaga y Diario Sur-, ha organizado las jornadas ‘Artículo femenino singular: la mujer en la historia del columnismo español’. En este encuentro, extremadamente enriquecedor, se ha repasado el papel de las pioneras en el periodismo de opinión como Josefina Carabias, Emilia Pardo Bazán o Carmen de Burgos, y se ha desembocado en la actualidad, condicionada sin duda por la irrupción de los medios 2.0.

Fueron precisamente las nuevas plataformas digitales las que centraron gran parte de la mesa redonda en la que tuve el placer de participar este pasado día 15 de diciembre. El Seminario, dirigido por el profesor universitario y columnista, Teodoro León de Gros y por la profesora María Angulo, nos reunió a la poeta y redactora de Playground, Luna Miguel; a la periodista experta en información internacional y cofundadora de eldiario.es, Olga Rodríguez; y a la subdirectora de la revista feminista Pikara Magazine, Andrea Momoitio. Las tres, por tanto, activas en las redes sociales y en los medios de comunicación digitales, unos medios, en los que ellas trabajan, que remuneran a sus redactores y colaboradores. Lamentablemente, no siempre es así. Moderadas por la profesora Carmen Velasco, reflexionamos sobre las dificultades de financiación de esos nuevos medios –me temo que yo ejercí de pesimista-, sobre las redes sociales, sobre el gran cambio, en definitiva, que ha experimentado nuestra profesión en estos últimos años.

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Nuevas técnicas de Marketing en un mundo necesitado

Mi semana transcurría plácida entre fogones de Twitter y sartenes de Facebook cuando, de repente,  un misterio se cernió sobre Bilbao cual noticia catastrófica o brillante haz de luz en la oscuridad de la ciudad. Whattsapp, Facebook, Twitter, RSS y noticiarios aclamaban. Un huevo gigante que al parecer había plantado un animal gigante, apareció sobre un coche cerca de Docor, destrozándolo al caer.

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La noticia como pólvora ardiendo recorría las redes, y nuestro afán por saber más, rompía  nuestras vestiduras,  escudriñando las noticias por si alguien sabía “qué demonios era aquello”.

Por supuesto, como Bilbao no es capital de algún estado de USA, ni forma parte de del Hollywood cineasta, supimos rápidamente que formaba parte de una acción de marketing de calle o street marketing anglosajón pero, queríamos saber más.

Tras unos instantes de presión periodística, la foto y los comentarios en Twitter del huevo, fueron sustituidas por otra imagen aún más sorprendente. ¡Le habían puesto una multa al coche! Habían sacado una foto y la habían publicado en los diarios.

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Esos geniales y a su vez muy capaces municipales de Bilbao, habían visto lo mismo que nosotros, se habían parado a investigar y aun no encontrando la bestia gigante o agencia que había lanzado el huevo a la calle, pusieron una multa al coche que había sufrido tal envite por estar aparcado en la parada de autobús. Eso nosotros no lo vimos.

Según los expertos, estas acciones en Bilbao poco conocidas, están rompiendo la tranquilidad de las ciudades, llenando de color éstas con astucia y creatividad.

Hoy en día, caminamos por las calles de las ciudades españolas, con los ojos pegados al móvil y no caemos en la sensación que producen éstas acciones de un marketing que los amigos norteamericanos que antes mencionaba ya usan con desdén y que aquí aún no rompen la naturalidad de un agente, que vive por y para la seguridad del ciudadano del Botxo.

Hoy en día, las agencias de comunicación, publicidad y demás, trabajamos por ofrecer a nuestros clientes ese punto de impacto que provoque al potencial cliente una duda razonable que atraiga tráfico.

Nosotros seguiremos analizando las redes, paseando por periódicos, jornadas, congresos y reuniones. Seguiremos analizando las posibilidades de nuestros clientes y ¿Por qué no? Trabajando acciones de marketing que puedan ayudarles.

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Por cierto, al parecer el dinosaurio del Sherpa Summit que se celebra en Bilbao el 23 de Mayo, fue quien puso el huevo gigante y seguramente en la campaña tendrá que añadirse un pequeño presupuesto para pagar multas. De ahí han salido unos personajes que han sido sembrados por todo Bilbao.

Con todo, nos surge una duda: ¿Es el problema con la multa un hecho intencionado o no? Por un lado, podría tratarse de un simple error de producción o podría tratarse de una estrategia que en última instancia buscase un añadido de promoción por apariciones en medios a través de una polémica. Hay quienes defienden que no existe la mala publicidad, sino que mientras se hable de uno mismo, el objetivo está cumplido.

¿Será este un caso de esos?

¿A qué viene eso de las estrategias de marketing digital y la analítica web?

Desde hace un tiempo Docor Comunicación ha plantado una nueva semilla, Docor Social Media. Esta semilla, en la que por cierto un servidor colabora llevando algún cliente, actualmente está germinando. Este proceso de crecimiento en datos de clientes no es de gran relevancia, pero vamos poco a poco y el camino, como dicen los entendidos, se hace andando, y nosotros erre que erre, andamos.

Es arduo, muchas horas de ordenador, muchos conocimientos puestos sobre la mesa y poco tiempo para reaccionar porque este mundo anda, y muy rápido.

La rapidez con la que camina nos hace plantearnos nuevos retos, y hoy os voy a hablar de uno de ellos:

La analítica web

Se trata en términos coloquiales, de contabilizar de diferentes maneras el número de personas que entra en tu web o blog. Y digo en palabras coloquiales porque hay un sinfín de términos que no entraremos a comentar, pero que harán del análisis de tu web poco más que una odisea.

Hasta ahora para saber si tenías éxito en tu negocio resultaba sencillo: más vendías, más ganabas. Hoy en día sigue igual, pero, con una excepción. Todos tenemos sed de reconocimiento por naturaleza, y hoy el reconocimiento empresarial hace que vendas más aún y ganes en proporción, o eso dicen. Lo que nos lleva a Internet y al famoso 2.0.

Internet es, a los ojos de todos, el presente y futuro de la comunicación empresarial, hoy ya no basta con hacer un anuncio bonito y ponerlo en tu televisor. Hoy hay que publicarlo en YouTube, que se hable de él en Twitter o Facebook y que la gente entre a tu web a verlo.

Pues de esto se encarga la analítica web.

Hay una herramienta ideal para esta acción de controlar: quien, cómo, dónde y a que horas o desde donde entran en tu web, y lo que quizá sea lo más importante: ¿Por qué?

Esta herramienta, Google Analytics, funciona de una «sencilla manera»: sólo necesitas una cuenta de gmail, un código que te dan en la página para pegar en tu web y mucha paciencia, además de nociones de programación web.

Al registrarte en Google Analytics, y pegar el código, tendremos acceso a múltiples variables que analizarán la repercusión de tu marca desde tu web: ¿desde donde se conectan?, ¿qué navegador usan?, ¿a qué hora lo hacen?… todos los usuarios de tu web. Pero eso es sencillo en Analytics, diréis. Pues sí, pero no sólo podemos hacer eso.

Imaginemos un supuesto: Enviamos un newsletter a toda una lista de seguidores nuestros de Facebook, en este newsletter ponemos un enlace (preparado) que nos llevará a una sección de nuestra web. Analytics no sólo guarda a cuántos de los que enviaste el newsletter les ha gustado y han entrado en tu web, sino que, además, detecta si vienen desde el newsletter, desde tu Facebook o desde el banner que tú, carpintero de armarios, publicaste en la web de barnices y pinturas donde entra la mayoría de tu público objetivo. Y así puedes analizar,si tiene buena repercusión tu inversión o si es mejor cambiar el banner de sitio web.

Google Analytics crea informes de un gran número de métricas: ciudad desde donde se conectan, país,  idioma, que página de tu web tiene mayor repercusión, dónde es mejor colocar una u otra foto o artículo dentro de tu blog. E incluso si tienes una tienda on-line, podemos darle valor a los artículos que vendes y cada vez que se abre la página de venta de artículo, controlar el ingreso de dinero que tienes por artículo.

Por supuesto Google permite certificarse en Google Analytics después de abonar una módica cantidad y pasar un examen de 70 preguntas. Esto último, hay que trabajárselo un poco más.

Habrá quien diga, ¿Para qué sirve esto?

Esto sirve para saber quién es tu público objetivo, y muchas métricas de éste, desde navegador que usa hasta qué páginas le gustan de tu web más o menos. Qué artículos, productos o servicios, además de un sinfín de datos que serán muy útiles para el marketing de la empresa.

En la parte 2.0

Docor Comunicación está apostando con todas sus ganas. Desde Docor Social Media, 2.0 de la organización, estamos trabajando por aparecer más en la vida de la comunidad internauta. Docor Comunicación se esfuerza por publicar contenido actual sobre temas que conocemos bastante bien, desde nuestra experiencia en el sector sanitario.

Como agencia de comunicación, seguimos una estrategia 2.0 trabajada y muy interesante para comunicarnos con nuestros amigos y clientes. Así, en nuestro perfil de Twitter, nuestra forma más prolífica de comunicarnos con nuestros seguidores, fans, amigos y colaboradores o clientes, nos esforzamos en publicar a diario noticias del sector, así como acercar a nuestro público objetivo noticias y notas de prensa relacionadas con la actividad de nuestra empresa y nuestros clientes.

Imagen de Teléfono de vasos

En nuestra Fan page de Facebook, publicamos notas de prensa, noticias y actualizaciones de nuestra experiencia diaria. En esta nueva era de Docor, con Docor Social Media, contamos con la herramientas y las manos para llevar a cabo una estrategia de comunicación no sólo 2.0, sino global, para ello defendemos el I+D+I+C(omunicación) en nuestros valores. Mantener el contacto directo con nuestra comunidad de seguidores y clientes es nuestra ayuda para seguir creciendo y seguir ofreciendo servicios de vanguardia e innovación.

Con este Blog, la gente que hay detrás de Docor Comunicación establece una responsabilidad de comunicación más avanzada, publicando comentarios sobre los temas de actualidad que manejamos e intentando así, llegar como personas a otras personas.

Seguidnos en Twitter, Google+, Facebook o Linkedin y allí estaremos encantados de conocer vuestras necesidades de comunicación.

La identidad virtual de la empresa (II): Cinco preguntas antes de bañarse en redes sociales

Una parte del mundo empresarial, sobre todo en la Pyme, observa el mundo del social media con una perspectiva parecida al primer baño del verano (al menos en las aguas norteñas del Cantábrico desde donde escribo): saben que probablemente al principio el agua estará fría y barruntan el mejor método para meterse. También saben que, más tarde o más temprano, tendrán que internarse en las aguas, ya que la gran mayoría de los bañistas lo están haciendo o piensan hacerlo en un futuro cercano. Y quedarse a merced del sol en la arena durante horas, sin refrescarse, puede no ser la mejor de las opciones (incluso en este Cantábrico donde el verano y el calor son algo caprichosos).

Finalmente, adivinando que pronto se acostumbrarán a la temperatura y el remojón se convertirá en una buena experiencia, caminan hasta una orilla lamida por las olas, de arena plana y mojada, y contemplan el rebozo de salitre. ¿Está su empresa preparada para entrar? Hágase antes cinco preguntas:

  1. ¿Por qué quiero meterme? Plantéese qué pretende conseguir: un incremento de ventas, mayor visibilidad para su trabajo, un acercamiento a sus clientes o nuevos contactos profesionales, por ejemplo. O una combinación de todo ello. El punto es que, igual que en el marketing tradicional, es necesario determinar muy bien los objetivos para delinear una u otra estrategia, aquí también deberá hacerlo. Ir pa’ná es tontería, que decía aquel.
  2. ¿Dónde me conviene estar? Cada minuto nacen virtualmente nuevas plataformas sociales en la red, cada una con sus propias características. Clavar una pica en cada uno de esos Flandes puede resultar agotador y poco productivo. No divida esfuerzos. Identifique las diferentes redes y sus características, y céntrese en las que mejor se acomoden a su actividad, tipo de empresa y objetivos. Para no fallar, comience por las tres grandes: Facebook, Twitter y LinkedIn.
  3. ¿Necesito una nueva web o un blog? Una de las cosas que harán las redes por su empresa es derivar tráfico a su página en Internet, así que convendría que ésta corriese pareja al ritmo de los tiempos, por decirlo de alguna manera. Aunque las redes forman parte también de la doctrina McLuhan –“el medio es el mensaje”- y son vehículos de comunicación totalmente equipados, un blog o un gestor de contenidos web le ayudarán a ofrecer contenido propio –esmérese en hacerlo de calidad y dotarlo de utilidad- que le reportará un alza en la atención sobre su identidad virtual y en la posición que ocupa en su sector.
  4. ¿Debo completarlo con otras técnicas? No lo descarte. Hay vida más allá del banner publicitario, y el marketing online puede hacer que su imagen 2.0 cabalgue a lomos de un veloz alazán por las praderas digitales. Tanto la publicidad en redes –Facebook, por ejemplo-, como los anuncios patrocinados de Google o la optimización de su página web para motores de búsqueda pueden convertirse en grandes aliados.
  5. ¿Cómo lo hago? Como todo en la vida, hay dos opciones: puede hacerlo usted mismo o recurrir a un profesional. Si opta por el do-it-yourself, sea curioso e investigue online las tendencias del social media, un magma en constante ebullición. No está de más tomar algún curso; manos a la obra y suerte. Y si decide optar por un profesional, dado que confía más en su experiencia o si la actividad empresarial absorbe por completo su tiempo, elíjalo bien. Busque alguien que sepa tanto de redes y herramientas digitales como de marketing y comunicación. Sobre todo –muy importante- explíquele bien lo que quiere, déjese aconsejar, y enséñele perfectamente quién es usted y lo que hace su empresa.

Que tenga un buen baño. Seguiremos hablando.

La identidad virtual de la empresa (I): Construyendo un cuerpo

El prodigioso salto en las comunicaciones que hemos dado en los últimos años ha proporcionado a particulares y empresas la posibilidad de salvar grandes distancias con un solo click. Las redes sociales y el 2.0 son el equivalente de una gigantesca pértiga que nos permite salvar el cañón del Colorado como si fuera un pequeño bache en la carretera. Alcanzar el otro lado del mundo –o la oficina situada a unas calles de distancia- es hoy posible gracias a la metafísica de Internet. No hay paredes en el infinito donde se mueven mails, tuits, posts y actualizaciones web.  El mensaje digital es hoy un ectoplasma en toda regla para el que no existen las barreras.

El camino dorado del 2.0 se forma ladrillo a ladrillo ante nuestros ojos, con puertas a cada paso del camino que se abren a nuevos mundos de posibilidad. La empresa ha de incorporarse a esta ruta sí o sí, a medio plazo, ya que el avance imparable de la tecnología y el cambio de hábito del consumidor lo encaminan a esta gran plaza pública. Basta ver las grandes historias de éxito del comercio electrónico, la viralidad de las campañas de comunicación en red y las estadísticas de visitas web tras subirse a lomos del 2.0. Que no es un potro desbocado, sino un alazán obediente y veloz. Para el que, no obstante, hace falta observar ciertas reglas al cabalgar.

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La primera es la de dotar a la empresa de una identidad virtual; un algo que se compone de muchos pequeños detalles, un cuerpo humano digital conformado por una miríada de elementos que se articulan poco a poco. Así se van integrando, el paseo por la nueva Internet se vuelve más fragante, placentero y útil. Un canal que poco a poco irá tomando más importancia y que pese a algunas reticencias y referencias a burbujas tecnológicas, tomará mayor cuerpo cada año.  Porque ya está funcionado; ya está demostrando su utilidad para conectar a consumidores y empresas, a empresas con empresas. Con solo un click. O varios, vamos a ser realistas.

Querer es poder. Imaginar es comunicar. El océano lleva nuestro mensaje a mil y un puertos, y debemos ocuparnos de que sean tan reales y deseables  como las preciadas especias de Zanzíbar, Egipto o la lejana China  lo eran en tiempos antiguos en cada muelle. Hay que hacerse a la mar. Sin miedo a la tormenta.