Aunque a algunos pueda parecerles una actividad menor dentro de la gestión empresarial, la comunicación es un elemento clave para el desarrollo de las empresas e instituciones. Gestionar la percepción que las diferentes audiencias tienen de nuestra organización es una tarea que a menudo posponemos asfixiados por el día a día o convencidos de que no aporta nada a nuestro negocio. Tal vez sea el momento de empezar a cambiar ese hábito y empezar a aplicar un sencillo decálogo que nos ayude a emprender los primeros pasos para construir a medio plazo el perfil de nuestra empresa:
- Ante todo, planificación. La comunicación no se puede improvisar. Como la mayoría de actividades empresariales precisa de un conocimiento previo; de un plan de acción que sea flexible y adaptable; y, obviamente, de los recursos adecuados. La comunicación es una herramienta al servicio del negocio y no al revés. Sigue leyendo