Esas barritas energéticas…

Solo hay un modo seguro de dar una vez en el clavo, y es dar ciento en la herradura. Quiere decirse que la constancia y el esfuerzo son los jardineros que logran que maduren los frutos del árbol de la exigencia o, por decirlo con la voz de los poetas, quiere reseñarse que una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado. Exigir, sí. Pero exigirse primero para alcanzar la mejora. Uno de los grandes hombres de la Historia, Leonardo Da Vinci, dejó escrita una dura sentencia: he ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido. Esa fue la clave de su vida, la calidad, perseguirla como el sabueso rastrea la huella del jabalí, con ilusión y sin desmayo.

¿Qué tienen en común el Puente Colgante, la Fundación social Ignacio Ellacuría, los Talleres Taramona o Docor Comunicación entre otras muchas empresas…? El inconformismo. Ese es el hilo conductor que hilvana estas cuatro historias –y otras decenas más…– de vida.  Sus protagonistas bien saben que la suficiencia es una ropa de mala calidad que encoje con el uso y es por ello que se preocupan, a diario, por la mejora de la fontanería de casa. Así, trabajan sin descuido para alcanzar la certificación Premie, un matasellos de calidad que equivale, digámoslo así, a esos soportes que ayudan al maratoniano en su travesía. Cabe pensar que son barritas energéticas que nutren la mejora continua.

premie

Docor Comunicación acaba de renovar sus credenciales de Premie, un certificado ligado al departamento de Promoción Económica. Quienes orientan, aconsejan, vigilan y reconocen los rasgos de carácter que permiten a una empresa colgarse esa escarapela definen Premie como un sistema de gestión útil que facilita el acercamiento de las empresas al modelo de excelencia EFQM y que permite que las pequeñas empresas mejoren sus resultados.

¿Cómo?, es la pregunta del millón de dólares. Premie facilita una metodología y una serie de herramientas prácticas que junto con el apoyo de un asesor permite que se implante un sistema de gestión orientado a la mejora continua. Se trata de un programa ágil y flexible, capaz de adaptarse a las necesidades de Docor, una vez que la familia Docor se ha implicado en su instalación. Digamos que es precisa la fe: creer en las bondades del proyecto y que éste crea en la actitud y la aptitud de los trabajadores.     

Docor apuesta por esa creencia, con la certeza de que de la mano de Premie –recién renovado por tres años, hasta 2017– se intensifica la búsqueda de  la eficacia del negocio y la fidelidad de los clientes. La experiencia acumulada desde 2012, cuando se consiguió la primera acreditación, nos ha demostrado que Premie facilita la toma de decisiones en base a datos (indicadores) que contribuye a evitar errores y buscar oportunidades de mejora.

Hacia delante, siempre hacia delante. Esa ambición de progreso es la que activa la sala de máquinas de Docor. No es solo un deseo de crecer, sino de mejorar que es la forma más excelsa de crecimiento. Si esta aventura se puede contar como una página de la Historia hagamos nuestra la tremenda y hermosa arenga de Hernán Cortés: Si avanzo, síganme; si retrocedo, dispárenme.

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